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sábado, 4 de mayo de 2013

Eduardo Rubianes



            LA ESQUINA:      CARTAS MARCADAS (I)

            Amigos: “Los Corderos van al matadero. No se dicen nada ni esperan nada. Pero al menos no votan por el matarife que los sacrificará, ni por el burgués que se los comerá. (Octave Mirbeau).” “Antiguamente, los carteles en las calles con rostros de forajidos, ofrecían recompensas; hoy en día, piden votos. (Anónimo).”
MAFIA:  Según el diccionario de la Real Academia, dícese de: “Organización que emplea métodos alegales e ilegales, o poco claros en sus negocios y actividades, mediante una serie, de presiones a distinto nivel o grado de violencia para conseguir sus fines”.  Hay algunas más, pero me quedo con ésta. En un mundo globalizado, en donde el que egoístamente quiere estar en puestos de salida, tanto económicamente, como política o socialmente. O perteneces a una de éstas, o estas fuera, llevas las cartas marcadas y pierdes. Hay mafias policiales, judiciales, políticas, empresariales, sociales, farmacéuticas, carburantes, de armas, hospitalarias, Bancarias, Comunicación,  y no entro en las del crimen organizado y drogas, trata de mujeres, niños, etc.  Pero la madre de todas ellas  son las económicas. Estas son las peores porque engloban a todas las demás. Los diferentes niveles de peligrosidad de cada una, se cuantifica según el número de  bajas causadas a su hipotético enemigo.  Lo más cachondo de todo esto, es que  desayunamos y convivimos con unos y otros y no nos damos cuenta, y lo que es peor, aun les reímos las gracias. Aún recuerdo, allá, por los 90, como en la Ría de Arousa,  en toda la comarca de Salnés y aledaños, los traficantes y contrabandistas eran los dueños y señores de la vida política, económica y social de toda la urbe. Las Mafias eran las que organizaban a la sociedad sin ella saberlo, y les reían las gracias y aceptaban sus limosnas  e invitaciones. Unos cuantos, que no comulgábamos con este órdago siniestro y sabíamos sus negativos resultados a corto plazo,  que no aceptábamos componendas y decíamos las cosas tal cual eran,  hacíamos el papel de malos en esta película de terror, a aquellos malos, muy pocos, el tiempo nos dio la razón, y ganamos una guerra, algunos quedaron en el camino. Pero hasta que no quede ninguno. Seguiremos luchando para obtener la victoria final. Y el tiempo cuando sea, también nos dará la razón, aunque ya no estemos. Seguro. Seguiré con esto. Dedicado a Leopoldo González, del Hotel Cervantes, de Sanxenxo, por ser lector asiduo de esta sección y Diario de Arousa. Gracias buen amigo.  Un saludo a todos. Saude e Terra.                Fdo. Eduardo Rubianes Calvo.-  

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