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sábado, 7 de septiembre de 2013

Eduardo Rubianes

LA ESQUINA:              PAÍS ESCLAVO


            Amigos: “Un país  sin estudios, es un país de ignorantes, un país sin sanidad, es un país enfermo y un país que rescata a los bancos, será siempre un país esclavo”. (Anónimo). “Estoy cansado de hombres viejos que sueñan con guerras, para que hombres jóvenes mueran”, (George Mc Govern). Un NO rotundo a la guerra en Siria. Dicho esto, hoy hablaremos del Botellón, 2º parte. Este verano, el desmadre creció de manera cuasi irreversible. Es cierto que vivimos en la cultura alcohólica por naturaleza, hoy en día, una fiesta de la índole que sea, no se puede imaginar a base de Mirindas. Lo Importante, que no falte el Alcohol. Partiendo de esa base, que entronca de manera directa con el llamado botellón, los más jóvenes, y otros no tanto, lo utilizan como sus mayores, para sus fines, o sea de fiesta y jolgorio, también para integrarse en un grupo, por los amigos y amigas, por divertirse, y animarse, por curiosidad y novedad, porque es la moda etc. Las motivaciones son tan diversas, como lo pueden ser sus ansias juveniles. Los Gobiernos sucesivos,  hasta ahora poco o nada han hecho para tratar de parar esta sangría que es el consumo excesivo de alcohol a edades tempranas, y de lo cual al 30/40% le quedaran secuelas permanentes de índole cerebral o del comportamiento. No es tan solo un problema de estado, que lo es y reconocido. También y más importante, es que la sociedad, les marcó el camino, primero por su indiferencia, y luego por egoísmo. El alcohol se vende hasta en puestos ambulantes, aparte de tiendas, supermercados, incluso gasolineras, el colmo del despropósito. Este boom, ya comenzó a finales de los años 80, con las famosas litronas, que fueron sus precursoras, ahora es un fenómeno tan extendido, tan diversificado, tan incontrolable, que ya no solo es un problema sanitario, educativo, se ha convertido, en un grave problema social con intoxicaciones severas en comas etílicos, agresiones, con resultado de muertes, accidentes, de circulación, también con resultados catastróficos, muertes, heridos con traumatismos irreversibles, y secuelas físicas  y neurológicas permanentes, etc.  Y esto con ser un peligro para la salud del joven y del ciudadano, que pasa por allí, no lo es todo, sino que aprovechando la impunidad, el lugar escondido y semi-obscuro alrededor del coche con su música de moda, se consumen cualquier tipo de drogas, depresoras, alucinógenas, excitantes, enervantes, etc. Todos lo estamos viendo principalmente los fines de semana, todos los vemos cargados de botellas de alcohol de alta graduación, por las calles. Todos o casi, sabemos los lugares de concentración, aunque muy diversificados,  sin embargo, ni las fuerzas de seguridad, ni los gobernantes, estos no se enteran, ni nosotros mismos hacemos nada, y a algunos aun lo aplauden y estimulan, les hacen gracia. En todo ello, no culpabilizo a los jóvenes, todo lo contrario, los culpables somos todos, desde el primero al último. El relajo, de la sociedad actual, provocó este fenómeno, que ahora es imposible de parar. Un grave problema, que  conoceremos, en pocos años sus consecuencias, y ojo. Llevo unos  cuantos avisándolo. Un saludo amigos. Sauede e terra.                                                          Fdo. Eduardo Rubianes Calvo 

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